Fiestas de fin de año: una instancia para poner a prueba la implementación de la Ley Karin

  • Enviado por: Cristina Soto

Las fiestas de fin de año representan una ocasión especial para celebrar, fortalecer la unión y cerrar un ciclo laboral. Sin embargo, estas instancias, caracterizadas por un ambiente de informalidad y relajo social, pueden presentar desafíos significativos para las organizaciones en términos de convivencia y respeto.

Con la reciente implementación de la Ley Karin en Chile, estas actividades se convierten en una oportunidad clave para evaluar la efectividad de los protocolos y políticas de prevención del acoso.
Algunas dinámicas específicas que exigen atención incluyen:

Interacciones sociales fuera de un contexto formal

La distensión propia de estas actividades puede correr los límites del comportamiento adecuado.

Presencia de alcohol

El consumo de bebidas alcohólicas puede inhibir el juicio racional y aumentar el riesgo de conductas inapropiadas

Jerarquías laborales en un ambiente relajado

La percepción de poder en estas situaciones puede influir en la forma en que las personas interactúan, generando posibles tensiones o conflictos.

Estas situaciones resaltan la necesidad de que las empresas adopten medidas proactivas para garantizar un entorno seguro y respetuoso durante las celebraciones.

Estas situaciones resaltan la necesidad de que las empresas adopten medidas proactivas para garantizar un entorno seguro y respetuoso durante las celebraciones.
Por lo tanto, las fiestas de fin de año se convierten en una oportunidad invaluable para observar y evaluar, ajustar estrategias y fortalecer el compromiso con la prevención y la educación continua.

Recuerda que, con protocolos sólidos, capacitaciones significativas y un liderazgo comprometido, las organizaciones pueden asegurarse de que estos eventos se desarrollen en un entorno inclusivo, respetuoso y seguro.