Una oportunidad para evolucionar
A pesar de estos desafíos, implementar la Ley Karin es una oportunidad para construir entornos laborales más sanos, donde las personas puedan desarrollarse sin miedo.
Para lograrlo, es clave invertir en formación, establecer canales de denuncia efectivos y, sobre todo, promover un cambio de mentalidad en todos los niveles de la organización. No se trata solo de cumplir con la norma o evitar sanciones, sino de comprender que un ambiente laboral seguro y respetuoso es la base del crecimiento y la sostenibilidad empresarial. Y la capacitación cumple un rol clave en este proceso: no solo debe ayudar a identificar situaciones de acoso, sino también a distinguirlas de conflictos laborales que pueden resolverse con otras estrategias.